Método Huella Emocional

Método Huella Emocional 

Mucho se ha hablado de las huellas emocionales que por diferentes circunstancias marcan nuestra vida: el abandono, la traición, el rechazo…

Yo creo firmemente que no son sólo las huellas negativas las que más pesan. Cierto es que el miedo, el dolor o la indiferencia pueden marcarnos para siempre. Pero, no es menos cierto que, también la amistad verdadera, la lealtad o el amor incondicional dejan una huella que resulta imborrable, tanto que ni el tiempo ni la muerte puede llevársela.

Pienso que la huella emocional más fuerte y poderosa de todas es el AMOR.

El amor más incondicional que he sentido en mi vida me lo han dado los animales. Mis hijos peludos me enseñaron que el amor sin condiciones existe, y que una vez nos vamos de este mundo, esta huella de amor es lo único digno de permanecer aquí.

Con su ausencia me enseñaron muchas cosas e hicieron que cambiara completamente el rumbo de mi vida.

Aprendí de ellos que su amor hacia mí era un espejo en el que mirarme, y es que, amando sin miedos ni reservas, podemos trasformar el mundo que nos rodea y nuestro propio mundo interior.

Y no sólo eso, si somos capaces de abrazar nuestra huella emocional de amor, podemos transformar nuestras debilidades en oportunidades, nuestro dolor en ayuda para el prójimo, que lo que pase por nosotros se trasforme y donde hubo pena y tristez, brote alivio y esperanza, así podremos disfrutar del mundo y el mundo de nosotros.

Es el legado que ellos han dejado en mí. En nuestros años juntos consiguieron que fuera mejor y me dieron el regalo de su amor. Con su ausencia me han enseñado que yo no solo soy capaz de recibir amor sino también de darlo.

 Igual que ellos han conseguido dejar esta huella emocional en mi con su amor, nosotros podemos hacerlo también en los demás y, sobre todo, en nosotros mismos. Como ellos habrían querido.

Dar y recibir amor

La única huella digna de permanecer

Un abrazo enorme.

Laura.

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